Sede del PSOE, en la madrileña calle Ferraz, durante la noche electoral.
El PSOE de Pedro Sánchez ganó este domingo claramente las Elecciones Generales aunque necesitará apoyos de otros partidos para gobernar. Con el 99,99% del voto escrutado, los socialistas lograron 123 diputados en su mejor resultado desde 2008, frente a los 85 con los que han gobernado en los 11 meses que han transcurrido desde la moción de censura contra Mariano Rajoy. La cifra casi duplica además los 66 diputados de la segunda fuerza, un PP que sella el peor resultado histórico de estas siglas. Sin embargo, alcanzar la mayoría absoluta de 176 escaños exigirá al PSOE lograr un pacto con Ciudadanos, que vetó esta opción en la campaña, para sumar 180 escaños, o bien el de Unidas Podemos, sus confluencias, PNV y una amalgama de apoyos que podría incluir a parte del nacionalismo catalán. No hay alternativa clara a la derecha, en cualquier caso, ya que PP, Ciudadanos y Vox suman 147 diputados.
Más de 26 millones de españoles se acercaron a las urnas en una jornada con una participación del 75,75%, la más alta desde el triunfo de Rodríguez Zapatero en 2004 y cerca de la de José María Aznar en 1996. El llamamiento generalizado a la movilización masiva fue por tanto un éxito que capitalizó mejor el bloque de izquierdas, pese a la debacle de Podemos (pasa de 71 a 42 diputados) y al auge de Cs (sube de 32 a 57), dado el triunfo del PSOE, el batacazo popular y que la irrupción en el Congreso del ultraderechista Vox fue menor a la que anunciaban las encuestas (saca 24 escaños).
Por su parte, ERC obtuvo su mejor resultado en Cataluña con 15 escaños frente a los siete de Junts per Catalunya, mientras que PNV logró seis; EH Bildu, cuatro; Coalición Canaria, dos; al igual que Navarra Suma.
A falta de ver si Albert Rivera se desdice de su cordón sanitario a los socialistas y tiende la mano de Cs a Sánchez, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, dio por hecho que los esfuerzos deben concentrarse en formar un Gobierno de izquierdas aunque pidió “paciencia”.
De hecho, es previsible que el nuevo Ejecutivo tarde aún semanas en formarse. De hecho, la proximidad de las elecciones autonómicas, locales y europeas del próximo 26 de mayo podría retrasar cualquier acuerdo entre los partidos, reacios a retratarse a escala nacional mientras piden de nuevo el voto para gobernar otras circunscripciones en solitario.
Ese tacticismo político complicaría que haya unos Presupuestos Generales de 2019, como el propio PSOE se ha propuesto, ya que la formación del Ejecutivo podría retrasarse hasta las puertas del verano y a su vuelta deberían impulsarse ya las cuentas de 2020.
Mientras tanto, el Ejecutivo de Sánchez, de momento en funciones, remitirá a Bruselas mañana sus nuevas previsiones de déficit a tres años y un cuadro macroeconómico que corre el riesgo de ir quedando lastrado por la desaceleración económica global.
En cualquier caso, los resultados para el Senado prometen facilitar las cosas para un probable Gobierno socialista. El PP pierde la mayoría absoluta de 130 escaños de la que disfrutaba para contar con tan solo 56 asientos en la Cámara Alta, mientras que el PSOE salta de 43 a 121 senadores. El movimiento en el Senado es clave porque esta Cámara tiene derecho de veto sobre los objetivos de déficit que apruebe el Congreso de los Diputados, lo que ya impidió a Sánchez suavizar la senda fiscal prevista para estos años. Con el resto de la Cámara Alta ampliamente fragmentada, la llave para aplicar el artículo 155 de la Constitución –que permitió suspender la autonomía de Cataluña– quedará en manos del PSOE, lo que le da más margen para modular la presión sobre los independentistas en una negociación parlamentaria.
Con estos mimbres deberán de conformarse de nuevo las dos Cámaras del Parlamento en los últimos días de mayo para una XIII Legislatura que se antoja compleja desde su arranque pero en la que el PSOE tiene visos de poder formar un Gobierno con mayor estabilidad de la que gozaba hasta la fecha. Su capacidad para sacar adelante unos Presupuestos y durar cuatro años dependerá de la fortaleza de los pactos que logre cerrar en los próximos días.
Fuente: Cinco Días