El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y la primera ministra británica, Theresa May.
La primera ministra británica, Theresa May, ha aceptado hoy de madrugada la prórroga del Brexit hasta el 31 de octubre que le han ofrecido los líderes de la Unión Europea (UE) tras una cumbre de varias horas celebrada en Bruselas.
Los 27 han acordado ofrecer una extensión hasta el 31 de octubre de 2019 en respuesta a la petición de la primera ministra británica, Theresa May, sobre una prórroga del período de salida, y revisarán la situación a finales de junio. Si no ratifica el Acuerdo de Retirada antes del 22 de mayo, Reino Unido deberá participar en las elecciones europeas.
"Los Veintisiete y el Reino Unido han acordado una extensión flexible hasta el 31 de octubre. Esto significa seis meses más para el Reino Unido para encontrar la mejor solución posible", ha confirmado esta madrugada el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk en Twitter, tras reunirse con May.
Si la ratificación del Acuerdo de Retirada por parte del Parlamento británico se produce antes de esa fecha, la salida se hará efectiva el día 1 del mes siguiente.
Tusk ha pedido al Reino Unido que no "malgaste" la nueva prórroga del Brexit hasta el próximo otoño, un periodo que considera "suficiente para encontrar la mejor solución" al proceso de la salida británica de la UE.
"La extensión es tan flexible como esperaba y un poco corta de lo que esperaba, pero aun así suficiente para encontrar la mejor solución posible. Por favor, no malgasten este tiempo", ha señalado Tusk en una rueda de prensa posterior a la cumbre europea en Bruselas.
Pasada la medianoche, la 'premier' británica volvió a la sede del Consejo Europeo tras abandonar por la tarde la reunión para que los Veintisiete debatieran sobre la duración y condiciones de la prórroga al Brexit, una discusión que ha durado varias horas por las posturas opuestas de los diferentes países.
Francia se quedó sola en su negativa a una prórroga larga, aunque el presidente francés, Emmanuel Macron, ha considerado tras la cumbre europea que la extensión hasta el 31 de octubre es un buen compromiso que permitirá asegurar el buen funcionamiento de las instituciones europeas.
"Había tentaciones de ir muy lejos en el plazo de la prórroga", extendiéndola hasta finales de año o el próximo marzo, dijo Macron en declaraciones a la prensa, y añadió que en su opinión, eso "no era muy respetuoso con el pueblo británico, sino que suponía encerrarles en la adhesión".
En su lugar, el nuevo plazo acordado, que evitará que los británicos interfieran en las nuevas instituciones que resulten tras las elecciones europeas de mayo, "no obstaculiza el buen funcionamiento de la UE".
Macron reconoce que durante la reunión hubo "sensibilidades diferentes" pero valoró que al final los Estados miembros hayan "llegado a un compromiso" y "preservado la unidad de los 27".
Frente a la postura crítica de Francia con el retraso, en la reunión Alemania había apostado por un retraso largo del Brexit, una línea en la que se situaron también países como Portugal u Holanda. La canciller Angela Merkel afirmó antes de la cumbre que la UE podría aprobar un retraso de la salida de Reino Unido más largo que el planteado por el Gobierno británico siempre que se planteara de una forma "flexible".
La Comisión Europea, como muestra del temor instalado en las instituciones comunitarias, ofrecía ayer orientaciones prácticas a los países comunitarios para que puedan aplicar las medidas de contingencia preparadas en caso de que se produzca una salida del Reino Unido sin pacto. "No es el resultado que deseamos (el Brexit sin acuerdo), pero no le tenemos miedo y estamos preparados para ello", comentó en la rueda de prensa diaria del Ejecutivo comunitario su portavoz, Margaritis Schinas.
Una vez alcanzado el acuerdo, May ha dicho que lamenta la "frustración" que la nueva prórroga pueda causar a los británicos. "Podríamos estar ya fuera de la UE si hubiese habido respaldo del Parlamento", se ha defendido May.
El objetivo de May no es utilizar toda la prórroga hasta otoño, sino llegar a un acuerdo y ratificar las obligaciones legales antes del 22 de mayo para poder marcharse sin tener que celebrar elecciones europeas.
La política conservadora había pedido un retraso de la aplicación del artículo 50 hasta el 30 de junio. Pero Tusk apostaba por una más larga, como máximo de un año, que permitiera al Reino Unido salir de la UE tan pronto como esté listo para ello, lo que supondría que Londres tendría que convocar elecciones europeas.
Fuente: Expansión