EL ESTADO DEJÓ SIN INVERTIR 3.725 MILLONES EN I+D+i

La política pública de innovación sigue adoleciendo del mismo defecto que arrastra en los últimos años: la mayor parte de los fondos que se presupuestan finalmente no se utilizan y quedan en barbecho. El año pasado las partidas de I+D+i que se quedaron sin uso por parte del sector público estatal ascendieron a 3.725 millones de euros, es decir, un 47% de los 7.003 millones de euros presupuestados, denunció ayer la Fundación Cotec.

De esta forma, y según datos de la Intervención General del Estado (IGAE) la Administración Central y las agencias estatales solo invirtieron uno de cada dos euros del presupuestos disponible en investigación, desarrollo e innovación (significado de I+D+i).

Esta tasa de ejecución presupuestaria es la segunda menor desde que se empezó a registrar el dato, en 2000. Precisamente, el peor registro corresponde a 2017 (46,6%), por lo que las dos décimas de subida del año pasado suponen la primera mejoría desde 2013. Solo la correspondiente a Comercio, Turismo y demás tiene una menor tasa de ejecución entre el catálogo de sectores a los que destina fondos presupuestarios las cuentas. El incremento en la inversión fue de 238 millones de euros.

La Fundación Cotec habla de «decenio perdido», ya que en la primera década de siglo la tasa de ejecución en políticas de I+D+i rondaba el 90%. La crisis y su impacto en las arcas públicas se cebó con la política de innovación como su primera víctima.

Desde 2009, cuando se registró el nivel máximo de inversión efectivamente ejecutada (8.476 millones de euros, un 81,6% de lo presupuestado ese año), se han venido desplomando tanto los presupuestos asignados a I+D+i, como su aplicación efectiva, acumulando caídas del 33% y de 35 puntos porcentuales, respectivamente. El problema va más allá del color político, ya que ha aquejado tanto al Gobierno del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, el del PP y el de Pedro Sánchez, que ha ejecutado las cuentas que dejó aprobadas Mariano Rajoy.

En concreto, el gasto que más sufrió en los años más duros de debilidad fue el no financiero, es decir, aquel que afecta a inversiones reales, sueldos, subvenciones y demás, ya que concentró un 40% del total, diez puntos menos que en 2008.

Sin embargo, el gasto financiero recogió una tasa de ejecución del 19,7%, muy por debajo del 80% de 2008, y sin embargo un punto y medio por encima del 18,1% del año previo. El avance se concretó en 122 millones de euros más de inversión, para sumar un total de 827. Esta cifra sigue, en todo caso, muy lejos del máximo histórico, 3.877 millones de euros, registrado en 2009.

Fuente: ABC