El CAP Poblenou, con carteles de la huelga.
Los médicos y otros profesionales de la atención primaria han dicho basta ya, con una huelga histórica que comenzó este lunes, a unas condiciones laborales y asistenciales pésimas, con consultas colapsadas y listas de espera que superan toda lógica. Y los datos les dan la razón: la sanidad catalana figura entre las cuatro peores dispensadas por las Comunidades Autónomas desde el 2015. Y en los cinco años precedentes nunca se situó entre los primeros puestos. En el 2011, cuando obtuvo su mejor nota, antes de que los recortes por la crisis dejaran a la sanidad catalana en la UVI, fue la octava por la cola, según el pormenorizado informe que cada año elabora la Federación de asociaciones por la defensa de la sanidad pública (FADSP) teniendo en cuenta datos oficiales del gasto per cápita, el número de camas, hospitales y sanitarios, el gasto farmacéutico, las listas de espera y la valoración de los pacientes, entre otras referencias.
El último estudio, publicado el pasado septiembre, otorga a Catalunya un 65, en un ranking en el que la puntuación máxima estaría en 118 y la mínima de 29. A la cabeza se situó el País Vasco, con un 94, y por debajo de sanidad catalana solo está la Comunitat Valenciana, con un 63, y Canarias, con un 53. El año pasado Catalunya también ocupó el tercer puesto por la cola.
Y es que teniendo en cuenta el gasto sanitario por habitante, la Generalitat presupuestó para el 2018 1.192 euros, la menor inversión exceptuando la de Andalucía, con 1.166 euros. El escaso presupuesto puede estar detrás de que el índice de satisfacción con la sanidad se sitúe en un 6,51, uno de los más bajos, y que solo el 3,2% de los pacientes afirme que cuando piden cita en el centro de salud, se la dan en menos 24 horas, el porcentaje más bajo de toda España.
En cuanto la tasa de médicos de atención primaria por habitante, en Catalunya es de 0,67, solo por encima de cinco Comunidades Autónomas.
El presidente de la Federación por la defensa de la sanidad pública, el exjefe de pediatría del Hospital Niño Jesús de Madrid, Marciano Sánchez Bayle, achaca los malos resultados de Catalunya a dos motivos: Por un lado, a que la Generalitat fue la primera administración en España que comenzó a aplicar tijeretazos presupuestarios en el inicio de la crisis económica, recortes que, según sus datos, “no se han superado pese a que la comunidad dispone de un Producto Interior Bruto (PIB) elevado”. Otras, como País Vasco, Navarra, Extremadura y Castilla La-Macha sí han vuelto a invertir por encima de lo que destinado en 2012.
Y, en segundo lugar, el problema catalán es que dispone de un sistema de sanidad “muy privatizado”, ya que en la atención especializada es el modelo “hegemónico” y en la primaria tiene un “papel importante”, lo que a juicio de Sánchez provoca “ineficiencias y sobrecostes”.
La Federación difunde, de hecho, otro informe con datos de las mutualidades de funcionarios, de los seguros privados, de la inversión pública en contratación de centros privados, etc. que concluye que Catalunya es la segunda región con una mayor privatización sanitaria, solo por debajo de Madrid.
Fuente: El Periódico