El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene la venta de armas a Arabia Saudí por el bien de la economía española, según ha explicado en el pleno del Congreso de los Diputados al definir la posición del Ejecutivo sobre la continuidad de las exportaciones en plena oleada de críticas internacionales por la muerte del periodista saudí crítico, Jamal Khashoggi, en el consulado de este país en Estambul.
El presidente del Gobierno ha recordado el compromiso de España con los Derechos Humanos. Además de condenar el asesinato del periodista Khashoggi y confiar en que la investigación derive en "que el peso de la ley recaiga sobre los responsables", Sánchez ha anunciado una propuesta de "controles de verificación y transparencia" pionera en el sistema de exportaciones.
Durante su discurso, Sánchez ha apuntado a que la polémica generada por la venta de armas a Riad es un claro ejemplo de la dificultad que implica la política en muchas ocasiones, por eso ha instado a tener "visión de Estado" y a establecer la "prioridad inmediata" en los empleos y la subsistencia de la economía, en referencia a la crisis que desataría en Navantia la suspensión de la venta de armas a Arabia Saudí. "Tengo que estar hoy y aquí en la defensa de los intereses de España, de sus intereses estratégicos, que además están situados en zonas muy afectadas por el drama del desempleo", ha reconocido. El contrato que Arabia Saudí tiene firmado con la naval implica la construcción de cinco corbetas en la Bahía de Cádiz por un importe de 1.800 millones de euros y generará 6.000 puestos de trabajo en cinco años.
También ha recordado que la licencia de exportaciones está entró en vigor en noviembre de 2015 con el Gobierno anterior, que cumple con la normativa y que incluye un "embargo" de venta de armas a actores directos de la guerra de Yemen pero no a la Liga árabe. "Es mi deber dar seguridad jurídica y certidumbre", ha dicho.
El asesinato de Khashoggi y la contradictoria defensa de los Derechos Humanos caldean el debate
La comparecencia de Sánchez responde a una petición que hicieron hace semanas Unidos Podemos y ERC, después de que el Gobierno revocase el anuncio de Defensa de frenar una venta de 400 bombas al régimen del Golfo pero, entre tanto, la muerte de Khashoggi ha hecho arreciar las críticas de Unidos Podemos y de los independentistas a la venta de armamento. Debido a este caso, el Gobierno alemán ha anunciado que suspenderá la venta de armas y ha emplazado a sus socios europeos a hacer lo mismo. Sin embargo ayer el Congreso, con los votos de PP y PSOE, rechazó paralizar la venta de armas a Riad.
El Gobierno no ha dado indicios de que planee seguir la senda de Alemania y suspender estas exportaciones. El pasado septiembre, el anuncio de Defensa de que suspendería la venta de 400 bombas valoradas en 9 millones de euros se revirtió en cuanto se supo que eso ponía en riesgo el contrato multimillonario de Navantia.
Con las elecciones andaluzas a la vuelta de la esquina el escenario se complica y los comicios serían un condicionante para mantener la venta de armas a Arabia Saudí. Adelante Andalucía -la candidatura de la que forma parte Podemos- señaló que debe ser el Gobierno español quien garantice la carga de trabajo a los astilleros si no puede asegurarse el respeto de los Derechos Humanos.
Una delegación saudí visita en estos momentos España para seguir con los trámites del contrato
Se da la circunstancia de que en pleno debate avivado con el 'caso Khashoggi', una delegación saudí se encuentra de visita en España para perfilar los trámites del contrato con Navantia, que espera iniciar la construcción de las corbetas en enero de 2019 en el astillero gaditano.
Según informa Efe, la vista estaba prevista con anterioridad a la muerte del periodista que aupó la crítica internacional que encabeza Angela Merkel.
Fuente: El Economista