Los impuestos están presentes en todos los ámbitos de la vida cotidiana, incluido el sector sanitario y el farmacéutico. Y para garantizar el acceso a los fármacos, la mayoría de los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aplican tipos reducidos de IVA o exenciones.
La reciente publicación de la OCDE ‘Tendencias de los impuestos al consumo‘ ofrece datos comparativos sobre impuestos al consumo en los países miembros de la organización, a fecha de 1 de enero de 2024. El documento muestra que todos los países que aplican un IVA, excepto Chile, aplican tipos reducidos a diversos bienes y servicios para perseguir objetivos políticos específicos, más a menudo la promoción de la equidad (en alimentación, productos de salud e higiene).
En este sentido, los Estados miembro de la Unión Europea están sujetos a normas comunes relativas al funcionamiento de los tipos reducidos de IVA. Unas normas que se modernizaron en 2022 para introducir una nueva estructura de tarifas. Así, bajo la nueva normativa, los gobiernos podrán aplicar un máximo de dos tipos reducidos de los tres existentes (un 5%, una tasa super reducida inferior al 5% y un tipo cero) para cubrir las necesidades básicas: alimentos, medicamentos o productos farmacéuticos.
El alcance de dichas normas también se extiende a bienes y servicios respetuosos con el medioambiente. De este modo, se eliminarán gradualmente los tipos reducidos para los combustibles fósiles y otros bienes con un impacto similar en las emisiones de gases de efecto invernadero (para 2030) y fertilizantes químicos y pesticidas (para 2032). La Comisión Europea también puede conceder a los Estados miembro la autorización para suspender temporalmente los derechos de aduana y el IVA sobre importaciones y entregas de determinados bienes en beneficio de víctimas de catástrofes o en respuesta a un brote pandémico.
Asimismo, los países de la OCDE utilizan impuestos especiales no sólo para recaudar y aumentar los ingresos, sino también para influir en los comportamientos de consumo que se consideren nocivos para la salud pública o el medioambiente, como es el caso del alcohol o el tabaco.
En España, los productos de salud tienen un IVA reducido del 4%. Esto se aplica a medicamentos y otros dispositivos médicos para uso humano y ciertos suministros para discapacitados, productos de higiene femenina, preservativos y otros anticonceptivos no medicinales. Además, el informe de la OCDE expone la situación de todos los países miembro. Estos son algunos de ellos:
Fuente: El Global Farma