UN ESCENARIO DE OPORTUNIDADES: "ESPAÑA PUEDE SER CENTRO MUNDIAL DE I+D Y PRODUCCIÓN"

Actualmente, el sector de la industria farmacéutica está en proceso de transformación tanto a nivel nacional como europeo. Así, se trata de un momento de decisivo, con “muchos proyectos de cambio y de nueva regulación”, tal y como ha expuesto Félix Lobo, profesor emérito del Departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, durante la inauguración del XXIII Encuentro de la Industria Farmacéutica Española, organizado por Farmaindustria y que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander del 5 al 7 de septiembre.

En esta nueva edición, se aborda la nueva regulación europea y española y la autonomía estratégica de la industria farmacéutica, “combinando las aportaciones de los profesionales y directivos de la industria con los directivos de la administración y de la academia”, ha señalado Lobo.

En este sentido, Jesús Ponce, presidente de Farmaindustria, ha señalado que “se abre un escenario de oportunidades” para el sector. “Y las tenemos que aprovechar”, ha asegurado. “La industria está en una situación única, porque la UE la ha situado como uno de los cuatro sectores estratégicos de Europa; pero el momento también es único para España, porque tiene la oportunidad de reforzar como centro mundial de I+D y como centro mundial de producción de referencia asegurando el carácter estratégico y tractor que tenemos como sector farmacéutico”, ha declarado.

Lo que está por llegar

Ponce ha hecho alusión a dichas regulaciones que están por llegar. Y una de las más cruciales para el sector es la revisión de la legislación farmacéutica europea. “Hemos seguido un proceso en el que se han aceptado peticiones de modificaciones y mejoras sobre las propuestas originales de la Comisión Europea. Aun así, somos conscientes de que sigue conteniendo reducción de incentivos para la inversión biomédica, lo que supone una amenaza para la competitividad española y europea”, ha expuesto.

Por otra parte, en clave nacional, aterrizará la nueva normativa sobre evaluación de tecnologías sanitarias, una reforma de la Ley del Medicamento y, sobre todo, una nueva estrategia de la industria farmacéutica.

“Como industria, tenemos un objetivo común claro: mejorar la calidad de vida de las personas gracias a la innovación. Para ello, tenemos tres prioridades: mejorar el acceso y disponibilidad para que los pacientes tengan a su alcance en el menor tiempo posible el mejor de los tratamientos innovadores existentes; potenciar la I+D para consolidar un ecosistema de innovación biomédica que ya es puntero en nuestro país; y reforzar el tejido productivo que nos permita tener menor dependencia del exterior”, ha afirmado el presidente de Farmaindustria.

Un buen punto de partida

España parte de una posición de liderazgo en cuanto a producción. De hecho, Ponce ha destacado que en territorio nacional hay más de 100 plantas de producción de medicamentos de uso humano implantadas en España, de las que un 70 por ciento fabrican medicamentos de marca. “Esta implantación sitúa a España como uno de los países europeos con mayor potencial de producción en un momento en el que los medicamentos han demostrado ser un bien estratégico y de seguridad para los países”, ha recalcado.

Asimismo, Ponce ha apuntado al fuerte impacto social de las compañías farmacéuticas. “Somos un sector volcado en la colaboración con los pacientes y con los profesionales sanitarios, estamos a la vanguardia en diversidad e igualdad y somos líderes en sostenibilidad medioambiental; todo eso, en permanente diálogo con la Administración en la busca de soluciones para mejorar el cuidado de la salud y para conciliar el acceso de los pacientes a la innovación y la sostenibilidad financiera del sistema sanitario”, ha indicado.

Finalmente, el presidente de Farmaindustria ha instado a aprovechar la situación de España en el ámbito de la investigación, pues se ha situado como “el primer país de Europa en número de participaciones en ensayos clínicos de nuevos medicamentos” y, para muchas compañías, es el segundo a nivel mundial en actividad en ensayos clínicos, por detrás de Estados Unidos. Por tanto, existe una “oportunidad única de convertir a España en un referente mundial en innovación biomédica, incluyendo investigación básica, preclínica, traslacional y clínica”.

Fuente: El Global