Jordi Hereu, ministro de Industria.
Poco a poco se van conociendo más detalles de la futura Ley de Industria y Autonomía Estratégica. El anteproyecto normativo recoge que los proyectos de carácter estratégico surgidos a raíz de los fondos destinados por Europa para recuperar los daños provocados por la pandemia, los Perte - como el de Salud de Vanguardia- , pasan a ser una herramienta coyuntural como instrumento de la política industrial.
Esta es una de las novedades que introduce esta propuesta normativa que el Ministerio de Industria y Turismo ha vuelto a sacar a consulta pública este martes. Este proyecto incorpora las bases para establecer por primera vez una hoja de ruta a seis años con las líneas generales de la actividad, que se plasmará en un plan estatal a tres años con programas concretos, medidas, recursos y procedimientos.
En el caso de esta consulta pública, el departamento de Jordi Hereu quiere alinearse con los propósitos europeos del Plan Industrial del Pacto Verde, que busca mejorar la competitividad de la industria de Europa, incluido el sector farmacéutico, con cero emisiones netas e impulsar una transición rápida hacia la neutralidad climática. El plazo de alegaciones ya está abierto y todos los interesados podrán enviar sus comentarios hasta el 11 de julio.
En 2023, la Comisión Europea puso en marcha el mencionado plan, que se apoya en varios pilares, como el ámbito regulatorio, la Ley sobre la Industria con Cero Emisiones Netas (Net Zero Industry Act, NZIA por sus siglas en inglés) y la Ley de Materias Primas Críticas. Las metas son acelerar la inversión destinada a la producción de tecnologías limpias en Europa e impulsar el reciclaje y perfeccionamiento profesional en industrias estratégicas, tal y como detalla el documento de la consulta pública.
"Esto hace necesario abordar la reforma integral de la actual Ley de Industria. Para incorporar estas nuevas realidades, y la transformación de la economía española hacia un modelo más verde y sostenible, se plantea una revisión del marco de ordenamiento de la actividad industrial que ha existido hasta el momento y hacerlo a través de una nueva disposición con rango de ley, dado que la profundidad de los cambios que se han de incorporar hacían imposibles introducirlos en este último con un mínimo rigor en técnica normativa", detalla el Ministerio de Industria.
Este no es el único trámite de participación pública de la normativa, pues desde entre diciembre de 2022 y enero de 2023 se realizó ya un primero. Con este nuevo se busca adecuarse a los cambios producidos desde entonces en la política europea.
Para presentar las alegaciones, las personas tendrán que enviar un correo electrónico a leydeindustria@mincotur.es con el asunto 'Audiencia Ley de Industria_identicación del remitente junto con el documento 'Cuadro estructurado para realizar aportaciones al anteproyecto de Ley' hasta el próximo jueves.
Estas respuestas no serán consideradas confidenciales, por lo que se podrían difundir. "Si se desea que algunas partes de la información sean consideradas confidenciales, estas se señalarán y delimitarán en el propio texto, y se deberá motivar la necesidad de su confidencialidad", puntualiza las instrucciones.
Hasta el momento, se conoce que la nueva Ley de Industria que trae entre manos el Gobierno contará con una reserva estratégica de productos sanitarios para asegurar el suministro de recursos de primera necesidad, como son los farmacéuticos.
Desde el sector de la tecnología sanitaria miran esta medida con buenos ojos: "Nuestro país necesita una apuesta por la industrialización para reducir nuestra dependencia de otros mercados, por tanto, toda iniciativa que falicite incrementar nuestras capacidades productivas es muy positiva y todos los sectores debemos implicarnos para apoyarla e impulsarla", defendiño el secreterio general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), Pablo Crespo, en declaraciones a Redacción Médica.
Fuente: Redacción Médica