Interior de una oficina de Empleo de Castilla y Léon. EFE
La paulatina recuperación de empleo tras el tsunami del Covid-19 ganó impulso en el mes de septiembre, con 84.015 nuevos afiliados a la Seguridad Social. Se trata, con diferencia, del mejor septiembre en la serie histórica. Hasta el momento el récord estaba en los 28.627 nuevos afiliados de 2005, en plena burbuja inmobiliaria y con la regularización masiva de inmigrantes. El mes ha sido histórico también para el paro, con 26.329 personas menos apuntadas en las oficinas de empleo, el mejor dato de la serie.
Si se excluye el efecto estacional de septiembre, dado que es un mes tradicionalmente malo para el empleo, los datos son aún mejores, con un aumento de afiliación de 109.271 personas y una caída del paro de más de 66.000, según los datos facilitados hoy por los ministerios de Trabajo y de Seguridad Social.
Con las cifras de este mes, el sistema recupera casi la mitad (el 46%) del el empleo perdido por la pandemia. El sistema perdió 947.000 afiliados entre el 12 de marzo y el 31 de abril, para después crear 447.000 en los cinco meses transcurridos entre mayo y septiembre. Hay 18,84 millones de personas cotizando, frente a los 19,33 del 12 de marzo.
Las cifras del mes han estado influidas por la vuelta a las aulas, que ha aportado 55.428 nuevos empleos, 10.000 más que el año pasado. Con todo, el mayor crecimiento se da en las actividades administrativas, que aportan 40.000 afiliados, el doble que el año pasado. El empleo también ha agradecido una menor pérdida de puestos de trabajo en el comercio (20.000 sobre los 34.000 de un año antes) y por la mejor temporada agrícola. El régimen agrario aporta 35.000 empleos frente a los 24.000 de 2019. En la hostelería se pierden 47.000 trabajos, más o menos los mismos que el año pasado. Las actividades sanitarias, que en 2019 restaron 14.000 afiliados, se mantienen sin cambios este año.
Este esquema de recuperación del empleo ha beneficiado fundamentalmente a las mujeres, ya que, en términos netos casi todo el empleo recuperado corresponde a trabajadoras (82.528 afiliadas más en septiembre), mientras que solo se han contabilizado 1.485 cotizantes varones más.
En términos anuales, septiembre de 2020 se cierra con 252.000 personas menos cotizando a la Seguridad Social que el año pasado, un 2,31% de la fuerza laboral. La mayor parte de la pérdida de empleo se concentra en el sector servicios, con una pérdida acumulada desde el 12 de maro del 2,87% del empleo, 420.000 personas, aunque ha recuperado 319.000 empleos. En la construcción la caída es del 1,82% (23.200 personas) gracias a una recuperación más rápida y en la industria, de 48.793 personas menos, el 2,13%.
Por tipo de contrato, la pérdida de empleo se ha vuelto a concentrar en los temporales, que multiplican por siete la pérdida de empleo de los fjios. Se han perdido 310.00 empleos temporales con la pandemia (el 7,31%) y 100.162 indefinidos, el 1,06%.
En cuanto al empleo en las administraciones públicas --estos datos llevan un mes de retraso-- se observa que la pandemia solo está haciendo mella en los ayuntamientos que en agosto habían perdido 14.044 efectivos respecto a hace un año, casi el 2% de sus plantillas. Mientras que por el contrario, las administraciones autonómicas crean empleo a un fuerte ritmo del 3,6% anual, con 55.556 cotizantes más que hace un año; y la ocupación en la Administración Estatal, crece un 1% con 3.785 trabajadores más que en septiembre de 2019.
En paralelo a la recuperación de la actividad y el empleo discurre la salida de trabajadores de expedientes de regulación temporal de empleo, o ERTE. A cierre de septiembre había 728.909 personas en ERTE, 83.529 menos que un mes antes. A 30 de abril llegó ha haber 3,4 millones de personas sujetos a estos procesos (el 16%) de la fuerza laboral, de los que ha salido ya el 80%.
El rebrote de la pandemia y el fin de la temporada turística (pese a la escasez de actividad) han ralentizado en gran medida la salida de los ERTE. Los trabajadores que salen e ERTE han sido apenas una cuarta parte de los registrados en agosto. Las actividades con más trabajadores en ERTE son las de hostelería y resturación: suman 253.000 trabajadores en suspensión temporal, más de un tercio del total. El comercio suma otros 100.000, y las agencias de viajes, 24.000. En total, estos tres colectivos conforman algo más de la mitad de todos los empleados que permanecen con su empleo suspendido.
La Comunidad de Madrid, donde la incidencia es mayor y donde se han aplicado restricciones parciales de actividad durante el mes, presenta 149.875 trabajadores en ERTE, más que ninguna otra. Pese a ello, la variación del empleo en la región durante el mes ha más que duplicado la media estatal: Madrid ha ganado 36.114 empeos, un 1,15%, frente al 0,45% general.
Peor ha sido la marcha del empleo en Cataluña, con casi tantos trabajadores en ERTE como Madrid pero con una ascenso de la afiliación en el mes de apenas el 0,33%, menos que la media. Canarias y Baleares, en todo caso, son las comunidades más golpeadas por la pandemia: el empleo cae un 13% sobre el año pasado en Baleares, que perdió otros 13.258 puestos en septiembre (el 2,58% del total) y retrocede un 5,3% sobre 2019 en Canarias, que al menos creó 6.749 puestos el mes pasado.
Fuente: Cinco Días