EL CONSUMO Y LA INVERSIÓN PERMITEN A LA ECONOMÍA SEGUIR CRECIENDO AL 2%

La desaceleración que afecta a buena parte de las economías del mundo y que ha llevado a los bancos centrales de Estados Unidos y Europa a aprobar nuevos estímulos monetarios, no termina de cuajar en España. El PIB creció en el entre junio y septiembre un 0,4% respecto a los datos del segundo trimestre, el mismo ritmo de crecimiento observado en el periodo anterior. En términos interanuales, el crecimiento también se mantiene en el 2%, según el avance de contabilidad nacional publicado hoy por el INE.

La demanda doméstica ha permitido mantener las cifras de crecimiento: ha elevado dos décimas, hasta a 1,8 puntos su aportación al PIB interanual, compensando el descenso registrado en la aportación del sector exterior. Para ello se ha apoyado en el consumo de los hogares, que ha aumentado un 1% sobre el trimestre anterior, una aceleración de nueve décimas. Es el mejor dato desde principios de 2017.

También ha crecido a mayor ritmo la inversión, que incluso ha capeado el enfriamiento de la vivienda y aumenta un 1,3% interanual. Así, la inversión en viviendas y construcciones pasa de crecer a un ritmo interanual del 2,9% al -0,7%. La desaceleración del ladrillo hasido particularmente rápida: ha pasado de crecer al 6% hace 12 meses ha contraerse. Por el contrario, la inversión en bienes de equipo se dispara 7,8 puntos, acelerando del -2,2% del segundo trimestre (un dato condicionado por un excepcional 12,2% registrado en 2019) al 5,6%.

En cuanto al sector exterior, los malos augurios sobre el comercio internacional no han hecho mella: las exportaciones crecen  un 2,3%, una décima más que en el segundo trimestre y el mejor dato desde junio de 2018. Las importaciones, no obstante, crecen un 2% interanual, desde el -0,7% del trimestre anterior, lo que provoca que el sector exterior reduzca su aportación a la economía.

El empleo sí ha notado, por el contrario, la desaceleración, y de una forma notable. En un año se han creado 323.000 puestos de trabajo a tiempo completo. Es un 1,8% más que el año pasado, pero el ritmo de crecimiento se ha frenado siete décimas. En términos trimestrales, el empleo ha frenado en seco, pasando de crecer el 0,5% al 0,1%. Donde más empleo se está creando es en la industria, con un aumento del 2,6% sobre el año anterior.

No obstante, la masa salarial creció un 4,6% interanual, gracias al alza del 2,2% en la remuneración media por asalariado. Las rentas empresariales aumentan a un 3,3%, nivel similar al del trimestre precedente. El coste laboral unitario (CLU) crece un 2,1% , cuatro décimas más que el deflactor implícito de la economía (1,7%).

El dato del tercer trimestre deja el crecimiento de la economía a una décima del objetivo marcado por el Gobierno, un 2,1% en el conjunto del año. No obstante, dado que la economía ha ido de menos a más, el PIB debería acelerar para cumplir dicha previsión. Además, en el cuarto trimestre del año pasado el PIB aumentó el 0,6%; la economía debe crecer a un ritmo similar solamente para mantener el 2% actual. Los expertos calculan, de media, un crecimiento del 1,95% para 2019.

Fuente: Cinco Días