El Gobierno culpa al Ejecutivo de Mariano Rajoy del caos migratorio y de la falta de medios y recursos para hacer frente a la gran oleada migratoria de las últimas semanas. La falta de colaboración del anterior gabinete, además, con Marruecos y con los países de origen están provocando la avalancha actual, según considera Moncloa.

De hecho, el Gobierno ya califica de "emergencia" la llegada "masiva de embarcaciones con inmigrantes a las costas españolas" y ha solicitado asistencia a la Comisión Europea para hacer frente a la situación. El presidente, Pedro Sánchez, ha enviado una carta al presidente de la institución, Jean-Claude Juncker, en la que pide ayuda adicional.

Aunque el contenido de la carta de Sánchez no ha trascendido hasta el momento, fuentes europeas confirman que se trata de una demanda en la línea de lo acordado por los 28 en la cumbre del pasado mes de junio, que se comprometieron a apoyar a los países en primera línea, incluido España. Bruselas examinará la petición en las próximas horas y Juncker, que continúa trabajando, dará respuesta a Sánchez.

Desde la Vicepresidencia del Gobierno apuntan que la ayuda inmediata pendiente asciende a 35 millones de euros, que es lo que el Ejecutivo reclama a Bruselas.

La situación no es excepcional ni nueva. Las llegadas a través de la ruta del Mediterráneo Occidental, principalmente desde las costas marroquíes a las españolas, llevan meses aumentando. Según cifras de ACNUR, 23.993 personas han llegado a España cruzando el mar en lo que va de año. Esta es ya la principal vía irregular de llegada a Europa, aunque los números están muy lejos de los de Grecia en 2015, por ejemplo.

Desde Moncloa apuntan que el aumento principal comenzó en 2017, cuando el número de llegadas por mar a España fue de 21.989 personas, un 269% que en 2016. Este año, la progresión que comenzó en 2013 se ha mantenido al alza. Por todo ello, fuentes del Ejecutivo de Pedro Sánchez niegan el "efecto llamada" del que hablan PP y Ciudadanos y exigen "responsabilidad" y "sentido de Estado" a la oposición.

El Ejecutivo ha convocado la Comisión delegada para Asuntos Migratorios para el próximo jueves, un organismo que estaba "casi inactivo" en la etapa del PP, según señalan en Moncloa.

Mientras, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, está visitando a varios de los países de origen de la inmigración para estudiar con ellos cómo contener esta oleada. Y la ministra de Trabajo y Migraciones, Magdalena Valerio, está en Chiclana, coordinando la atención a los inmigrantes que están llegando.

Fuentes del Ejecutivo han reclamado esta mañana al PP y a Ciudadanos "que actúen con criterios de lealtad y responsabilidad" y que se dejen de dar "paseos políticos", ya que este es un problema que afecta a todos y "no debe ser utilizado como arma electoral". "El Gobierno no ha podido reaccionar más y en menos tiempo", han asegurado desde el departamento que dirige Carmen Calvo.

Ante este grave problema, Bruselas es consciente de la situación y también de los esfuerzos de acogida que España ha hecho tras el cierre de los puertos italianos y malteses, cuyo caso más mediático ha sido el del Aquarius. De hecho, apenas unos días después de que Sánchez reclamara el apoyo de los socios comunitarios durante el Consejo Europeo, la Comisión anunció el desembolso de 25,6 millones de euros para mejorar la capacidad de recepción de migrantes en España y aumentar los retornos.

"España ha visto las cifras de llegadas aumentar durante el último año y necesitamos incrementar nuestro apoyo para ayudarles a gestionarlo y devolver a aquellos que no tienen derecho a quedarse", dijo entonces Dimitris Avramopoulos, comisario europeo para Migración. Avramopoulos, ha confirmado Bruselas, sigue de cerca la situación en España y habló el pasado viernes con el ministro del Interior español.

Según la Comisión Europea, España ha recibido 692 millones desde 2014 para ayudar a las autoridades a gestionar los flujos migratorios.

Cita con terceros en Ginebra

La Unión Europea tratará de vender en Ginebra hoy su intención de instalar plataformas de desembarco en terceros países, a fin de reducir las llegadas a territorio europeo.

En la reunión, que organiza la Organización Internacional de las Migraciones, estarán presentes altos funcionarios europeos, representantes de todos los países costeros del Mediterráneo - con la excepción de Libia y Argelia, ese último por motivos de agenda-, además de la Unión Africana.

Fuentes europeas aseguran que el principal objetivo es hacer entender a los países terceros que la búsqueda y el rescate son responsabilidad de todos, trabajar en futuros acuerdos de colaboración y, claro, explicar su propuesta para instalar plataformas de desembarco en terceros países para personas rescatadas en el Mediterráneo.

Bruselas no aspira, eso sí, a que hoy se tome decisión alguna sino a intercambiar posturas con sus socios del norte de África e informará a los Estados miembros del resultado.

Fuente: El Mundo